Tras pasar un fin de semana en Plasencia paseando por sus calles (si queréis leer nuestras recomendaciones de allí, pinchad aquí), nos decidimos a pasar tres días en la Comarca de La Vera para relajarnos en el campo. Como era pleno verano e íbamos acompañados de nuestro bebé de diez meses, se nos hacía un poco imposible disfrutar de caminatas y senderos por la zona; pero sí fue un lugar ideal para descansar, comer bien, conocer pueblos pintorescos y visitar pequeños rincones naturales preciosos.
La Vera es una Comarca del noreste la Provincia de Cáceres, se encuentra al este de Plasencia (a una hora de camino en coche), situada en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, circunstancia que determina un bonito medio natural. Al sur de la misma se encuentra el río Tiétar (en él se practican deportes de aventura), donde desembocan las gargantas y arroyos naturales, abundantes en toda esta zona. Por tanto, viajar a la Comarca garantiza disfrutar de deportes de aventura, visitar preciosos pueblos que conservan el sabor y la arquitectura de antaño, contemplar innumerables saltos naturales y pozas de agua en las que te puedes dar un refrescante baño y realizar innumerables senderos por el campo. Otro atractivo de la comarca lo marca la historia, en ella se encuentra el Monasterio de Yuste, el pequeño paraje alejado de todo, en el que el emperador Carlos I de España decidió retirarse a vivir sus últimos días tras abdicar en su hijo Felipe II. Y es famosa mundialmente por su pimentón, el pimentón de La Vera.
El alojamiento lo buscamos en Jarandilla de La Vera por su ubicación, ya que se encuentra en la zona central de la comarca. Nos decidimos por el hotel Ruta Imperial por sus buenas críticas y fue todo un acierto. Se encuentra situado a las afueras del pueblo (pero se llega andando en cinco o diez minutos a todas las zonas turísticas y de ocio del pueblo), frente a un precioso paraje natural. En él se respira paz, ya que todas las habitaciones tienen vistas al campo, alrededor de él hay senderos con merenderos y desde la piscina hay una panorámica que invita a la relajación. En esta época del año su precio es de 85 euros la noche con desayuno. Solo tiene dos pequeños inconvenientes bajo nuestro punto de vista, el desayuno es buffet pero no es demasiado amplio en variedad (nosotros no somos muy glotones así que esto no suponía mucho problema) y antes de ir debéis de cercioraos que no hay ninguna celebración durante vuestra estancia, en este hotel se celebran bodas y creemos que todo su encanto, por la tranquilidad que lo rodea, se pierde de forma radical si hay una celebración.
El alojamiento lo buscamos en Jarandilla de La Vera por su ubicación, ya que se encuentra en la zona central de la comarca. Nos decidimos por el hotel Ruta Imperial por sus buenas críticas y fue todo un acierto. Se encuentra situado a las afueras del pueblo (pero se llega andando en cinco o diez minutos a todas las zonas turísticas y de ocio del pueblo), frente a un precioso paraje natural. En él se respira paz, ya que todas las habitaciones tienen vistas al campo, alrededor de él hay senderos con merenderos y desde la piscina hay una panorámica que invita a la relajación. En esta época del año su precio es de 85 euros la noche con desayuno. Solo tiene dos pequeños inconvenientes bajo nuestro punto de vista, el desayuno es buffet pero no es demasiado amplio en variedad (nosotros no somos muy glotones así que esto no suponía mucho problema) y antes de ir debéis de cercioraos que no hay ninguna celebración durante vuestra estancia, en este hotel se celebran bodas y creemos que todo su encanto, por la tranquilidad que lo rodea, se pierde de forma radical si hay una celebración.
Recomiendo el restaurante del Hotel, hay un menú a 15 euros para los alojados que está genial. Por la noches, cuando nuestro pequeñajo se dormía, bajábamos al restaurante (con él dormido en el carrito) y tomábamos en su terraza unas estupendas cenas.
Como ya os he comentado, el principal atractivo de la comarca son las pozas de agua, saltos de agua, gargantas, etc... que se pueden visitar. Como hicimos la visita en verano, muchas de estas zonas se acotan y se usan como piscinas naturales, que son el lugar de divertimento y refresco de los lugareños. Una de ellas está a escasos diez minutos andando desde nuestro hotel, se trata del Puente Parral, puente de arquitectura de hechura medieval, de gran altura y perfil de lomo de asno; alberga bajo sí el paso de la garganta Jaranda.
Como ya os he comentado, el principal atractivo de la comarca son las pozas de agua, saltos de agua, gargantas, etc... que se pueden visitar. Como hicimos la visita en verano, muchas de estas zonas se acotan y se usan como piscinas naturales, que son el lugar de divertimento y refresco de los lugareños. Una de ellas está a escasos diez minutos andando desde nuestro hotel, se trata del Puente Parral, puente de arquitectura de hechura medieval, de gran altura y perfil de lomo de asno; alberga bajo sí el paso de la garganta Jaranda.
Un pueblo muy peculiar, del que después os hablaré ya que dedicamos una mañana a visitar sus calles, es Guijo de Santa Bárbara, en su término municipal existen varias charcas de la Garganta de Jaranda, su río más importante. Los más conocidos son el charco del Trabuquete, el charco de la Estaca y una piscina natural situada río abajo (que es la que os muestro en la foto). En esta piscina fue la única donde hicimos el intento de bañarnos, pero se quedó en eso, en un intento, porque el agua estaba helada. Como nos habían ya advertido que el agua era muy fría, llevamos una pequeña piscinita de plástico para ponerla al sol pensando que así se calentaría el agua y el niño se podría bañar; pero ni por esas, el agua estaba tan fría que no se calentó mucho y el niño, al que le encanta el agua, al meterle los pies empezó a gimotear, vamos, que si hubiese hablado nos hubiese dicho que en la piscina si queríamos nos bañásemos nosotros.
Una de las gargantas más conocidas es la Garganta de Cuartos, que se encuentra unos kilómetros tras la salida de Losar de La Vera en dirección Villanueva de La Vera.
El Monasterio de Yuste se encuentra en el término de Cuacos de Yuste. Es un Monasterio que data del s. XV pero que ha sufrido a lo largo de su historia muchas tropelías, incendios, abandonos, etc Pero que hoy en día, gracias a Patrimonio Nacional, está muy bien conservado. Su mayor importancia, como ya os he dicho, viene dada por ser el lugar elegido por el Emperador Carlos I para pasar sus últimos días de vida. La orden que lo ha habitado durante siglos hasta hace unos años, es la de Los Jerónimos, aunque ha habido periodos donde no ha estado habitado por ellos, como en la Guerra de la Independencia que fue desalojado e incendiado, o durante la desamortización de Mendizábal que fue vendido y usado como secadero de pimientos. El precio de la entrada es de 9 euros, yo elegí además la opción de visita guiada (6 euros más). Aquí os dejo las tarifas. Recomiendo al cien por cien que contratéis la guía, también hay audioguía pero esta última es sólo dos euros más económica que el paseo con la guía oficial del lugar y, aunque la chica que narra la visita es muy seria y se ciñe únicamente a la explicación, realmente merece la pena porque cuenta muy bien la historia del lugar y de su inquilino más importante, el emperador.
Empieza la visita por la vivienda que se construyó el emperador anexa al convento. Llaman la atención de esta zona los bonitos estanques que la rodean y las rampas de acceso (el emperador padecía de gota, así que el acceso debía de ser adecuado a la falta de movilidad que produce esta enfermedad). El diseño de parte de este conjunto, estanques y canalizaciones de agua recae sobre Juanelo Turriano, ingeniero y famoso relojero de la corte. La figura de este hombre me llamó mucho la atención, me gustó escuchar las historias sobre sus famosos relojes y observar la estupenda canalización de aguas del conjunto. Paradójicamente este precioso jardín lleno de estanques fue lo que produjo la muerte del emperador al poco tiempo de llegar a la zona, debido al estancamiento del agua en los mismos se produjo el sobrecrecimiento de mosquitos y por la picadura de uno de ellos, el emperador enfermó de paludismo y murió de altas fiebres.
Del interior de convento destacan sus dos claustros, el gótico y el renacentista.
Al terminar la visita del monasterio nos acercamos al cementerio Alemán que hay a escasos kilómetros, cercano a la localidad de Cuacos de Yuste. Me encanta la temática de la Segunda Guerra Mundial, así que no me quería perder la visita a este lugar donde descasan en paz, entre olivos, soldados de la Primera y Segunda Guerras Mundiales.
Empieza la visita por la vivienda que se construyó el emperador anexa al convento. Llaman la atención de esta zona los bonitos estanques que la rodean y las rampas de acceso (el emperador padecía de gota, así que el acceso debía de ser adecuado a la falta de movilidad que produce esta enfermedad). El diseño de parte de este conjunto, estanques y canalizaciones de agua recae sobre Juanelo Turriano, ingeniero y famoso relojero de la corte. La figura de este hombre me llamó mucho la atención, me gustó escuchar las historias sobre sus famosos relojes y observar la estupenda canalización de aguas del conjunto. Paradójicamente este precioso jardín lleno de estanques fue lo que produjo la muerte del emperador al poco tiempo de llegar a la zona, debido al estancamiento del agua en los mismos se produjo el sobrecrecimiento de mosquitos y por la picadura de uno de ellos, el emperador enfermó de paludismo y murió de altas fiebres.
Del interior de convento destacan sus dos claustros, el gótico y el renacentista.
Al terminar la visita del monasterio nos acercamos al cementerio Alemán que hay a escasos kilómetros, cercano a la localidad de Cuacos de Yuste. Me encanta la temática de la Segunda Guerra Mundial, así que no me quería perder la visita a este lugar donde descasan en paz, entre olivos, soldados de la Primera y Segunda Guerras Mundiales.
Hay pueblos en la zona muy bonitos que conservan muy bien la arquitectura tradicional del lugar. Nosotros visitamos varios. Uno de ellos Garganta de la Olla.
Hay casas muy bien conservadas en este pueblo, como la de los Mesón Gómez, donde se puede apreciar como curiosidad su escudo, tallado en la parte central, por lo visto por la simpatía de la familia con la Santa Inquisición decidieron en señal de protesta borrar parte de este escudo.
Otra casa curiosa y colorida es la casa azul. Fue un antiguo prostíbulo en la época de Carlos I, de ahí su color, para diferenciarla de las demás y el dibujo esculpido de una señorita en el arco de su fachada.
Otro pueblo para visitar es Jarandilla de la Vera, sobre todo su Parador Nacional, el palacio de los Condes de Oropesa, donde se alojó el Emperador Carlos I mientras acondicionaban sus estancias en el Monasterio de Yuste. Su patio central es, para mí, lo más bonito del edificio.
Hay casas muy bien conservadas en este pueblo, como la de los Mesón Gómez, donde se puede apreciar como curiosidad su escudo, tallado en la parte central, por lo visto por la simpatía de la familia con la Santa Inquisición decidieron en señal de protesta borrar parte de este escudo.
Otra casa curiosa y colorida es la casa azul. Fue un antiguo prostíbulo en la época de Carlos I, de ahí su color, para diferenciarla de las demás y el dibujo esculpido de una señorita en el arco de su fachada.
Otro pueblo para visitar es Jarandilla de la Vera, sobre todo su Parador Nacional, el palacio de los Condes de Oropesa, donde se alojó el Emperador Carlos I mientras acondicionaban sus estancias en el Monasterio de Yuste. Su patio central es, para mí, lo más bonito del edificio.
El pueblo en sí no conserva muchas casas típicas, aunque os recomiendo tomar en la plaza del mismo, sentados bajo los soportales del "Mesón La Botica", una ración de queso de la zona con pimentón.
El pueblo que nos encantó fue Guijo de Santa Bárbara, un pequeño pueblo situado a más altitud que los demás, que presenta unas preciosas vistas.
Os recomiendo un paseo por esta localidad, disfrutar de la arquitectura típica de la zona al fresquito que ofrece la altitud del mismo, beber el agua fría que brota de su fuente y comprar sus famosas mermeladas de la fábrica local.
Nosotros en la tienda del lugar compramos además de mermelada, quesos de la zona y vino de pitarra. Y en la panadería del pueblo compramos un pan magnífico. Con la mermelada y el queso que compré, al llegar a casa hice una tarta de queso riquísima (aquí os dejo la receta de la tarta de queso de Mapani).
Os animo a que conozcáis esta comarca, no os defraudará.
El pueblo que nos encantó fue Guijo de Santa Bárbara, un pequeño pueblo situado a más altitud que los demás, que presenta unas preciosas vistas.
Os recomiendo un paseo por esta localidad, disfrutar de la arquitectura típica de la zona al fresquito que ofrece la altitud del mismo, beber el agua fría que brota de su fuente y comprar sus famosas mermeladas de la fábrica local.
Nosotros en la tienda del lugar compramos además de mermelada, quesos de la zona y vino de pitarra. Y en la panadería del pueblo compramos un pan magnífico. Con la mermelada y el queso que compré, al llegar a casa hice una tarta de queso riquísima (aquí os dejo la receta de la tarta de queso de Mapani).
Os animo a que conozcáis esta comarca, no os defraudará.
Jajaja, parece que nos vamos siguiendo: tengo una casa en Jarandilla y mientras la construían nos alojábmos en el Ruta. Qué pequeño es el mundo!!
ResponderEliminarCuriosidad: los huevos que ponen en el hotel provienen de las gallinas de Alejandro Sanz
La verdad es que la zona es muy bonita y hay un montón de gargantas pero el agua está heladita...
Un beso guapa
Que casualidad Beatriz!! No tenía ni ideade que conocías tan bien la zona.Como siempre muchas gracias!!
EliminarMapani, esta entrada está genial, muy completa. Yo me he bañado muchas veces en la garganta de cuartos, cuando íbamos por esa zona con mis amigos. Sí, el agua está helada, pero es un lujo bañarse allí.
ResponderEliminarPor cierto, me encanta el dibujo de cabecera!!
Que guay también conoces bien la zona!!El dibijo me lo ha hecho mi hermana ;)Gracias!!!
EliminarAl lado de mi casa hay un bar que se llama "Garganta de la Olla" y siempre pensé "qué nombre más raro para un bar..." ¡Ahora se de donde viene! ;) Pues la verdad es que parece una zona muy bonita.
ResponderEliminarHola guapa, te escribo para decirte que tienes un regalito en mi blog, un besote ;-)
ResponderEliminarHola, cuantos recuerdos. Estuve de vacaciones en la zona hace ya 15 años, recuerdo especialmente la garganta de cuartos y los claustros del monasterio, se respiraba una sensación de paz, bueno, como en todos. Me encantan los monasterios y sus claustros y al menos en mi tienen ese efecto.Gracias por traerme buenos recuerdos
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. A nosotros nos encantó la zona y fue ideal para viajar con el bebé, me alegro que mi relato te trajese buenos recuerdos. Un saludo!
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