Alojamiento en una granja en Los Alpes (Austria): Ferienwohnung Angerlgut

Hemos pasado una semana fantástica en una granja de Los Alpes austriacos. La experiencia de alojarse en una granja ha sido algo inolvidable. La región de Salzburgo, Salzburguerland, está llena de lugares con especial encanto, subidas en telecabina a altas montañas, lagos idílicos aptos para el baño, parques infantiles en plena naturaleza, toboganes de montaña...Por lo que para nuestros hijos todo ha sido una apasionante aventura. Aquí os dejo nuestra experiencia de una semana en la región con niños.

Queríamos un alojamiento en el campo, cercano a la preciosa ciudad de Salzburgo y a la vez accesible para visitar los demás puntos de interés. Al entrar en la página de turismo de Austria, vimos la opción de alojarnos en una granja y nos pareció una idea fantástica para viajar con niños. Esta web nos redirigió a otra de alojamientos en granjas austriacas llamada "Urlaub am Bauernhof", en esta página vimos las distintas alternatuvas y nos encantó el alojamiento en "Ferienwohnung Angerlgut". Sobre todo nos gustó por su ubicación en St. Koloman, un pequeño pueblecito en la montaña a media hora de Salzburgo y con vías accesibles para visitar el resto de puntos. En booking.com también podréis hacer la reserva.

Ferienwohnung Angwrlgut está gestionado por la familia Wallinger que tienen una granja de vacas para la producción de leche ecológica. El alojamiento se encuentra dentro del complejo de la granja, pero separado de la vivienda de los dueños. Está en un pequeño edificio (el que veis en la siguiente foto) al final del camino (muy cómodo porque los niños pueden jugar en la puerta sin miedo a que pase un coche), sobre una verde pradera y a la entrada de un bosque de pinos.

El edificio consta de dos apartamentos, uno en la planta inferior y otro en la superior, con entradas y terrazas independientes. Todo está muy limpio, decorado con gusto al estilo montañés, con calefacción con suelo radiante y con todos los utensilios de cocina y baño.  Cada apartamento consta de dos habitaciones (una con cama de matrimonio y otra con litera), baño, salón, cocina y una pequeña terraza con unas vistas de excepción. Nuestro alojamiento era el de la planta inferior.

Otra cosa positiva para los que viajamos con bebés, es que la cuna del alojamiento es de madera con un colchón confortable, no es una cuna de esas plegable de viaje y nuestros bebés si tienen que dormir más de un día lo agradecen.

Viajando con niños preferimos siempre quedarnos en apartamentos porque es más cómodo, ellos tienen más espacio para moverse y al tener cocina podemos preparar biberones y algo de comer en cualquier momento. Pero además este alojamiento nos ha resultado muy práctico y mis hijos lo han disfrutado mucho. Mientras por la mañana estábamos nosotros preparando el desayuno, ellos jugaban alegremente en la hierba observando insectos e inventando juegos con hojas y palos (todo con nuestra supervisión ya que desde la puerta y la ventana se veía la zona perfectamente).

O mientras preparaba las cosas para salir de ruta, ellos con su padre entraban por el sendero del bosque a ver pastar a las vacas y a coger piñas de los pinos.

Sendero junto a la casa

La casa de la familia y el establo de las vacas estaban a unos 100 metros de nuestro alojamiento. Para no molestar en las labores del campo, había estipulada una hora para ir a visitar el establo. De 17 a 18 horas podíamos bajar a contemplar los animales, a esa hora están en el establo para quitarlos del calor y para ordeñarlos, la familia te explica amablemente como son sus labores diarias y puedes dar de comer a los animales. Mis peques, niños de ciudad, al principio se intimidaron por el tamaño de las vacas, pero al poco tiempo se peleaban por echarles hierba y tocarlas.

Frente a la casa de los dueños, junto a la preciosa fuente, tienen conejitos, mi hijo pequeño de 18 meses podía pasar horas frente a ellos dándoles hojas para comer y les gritaba "ito poma" (conejito toma).

La familia Familia Wallinger nos ha facilitado mucho la estancia, nos dejaron juguetes para nuestros hijos, por la mañana podías encargarles leche de sus vacas, pan, huevos, mermelada, yogurt, crema de queso casera, mantequilla, etc Todo de elaboración tradicional y gustosamente lo dejaban temprano en una cesta en la ventana. Nuestros desayunos has sido fantásticos.

La experiencia de alojarse en la granja ha sido una aventura para nuestros hijos, pero pera nosotros no ha sido menos ilusionante. Hemos disfrutado del relax de la montaña y de situaciones estupendas como las de contemplar unas vistas de excepción mientras nos tomábamos una cerveza fresquita al acostar a los peques.

Vistas desde la casa

Pero sobre todo nos quedamos con las caras de felicidad de nuestros hijos estos días en el alojamiento y en todos los lugares de esta preciosa región. Y le damos las gracias a la familia Wallinger por ayudarnos a pasar una estancia estupenda en su precioso país.