Por todo ello, Alemania es un país que siempre me gusta visitar y, aunque en esta ocasión solo aterrizaríamos en Alemania para dejarla rápidamente y empezar nuestra ruta por Austria (ver todo el itinerario de nuestro viaje en este enlace); justo antes de cruzar la frontera de camino al país vecino, quería hacer una paradita en un lugar de Baviera, en uno de los emplazamientos más destacados de la SGM por ser uno de los objetivos militares más importante de la misma para los aliados. En Los Alpes bávaros, concretamente en los alrededores del pueblo de Berchtesgaden, en una zona montañosa llamada Obersalzberg estaba situado el Berghof, la residencia vacacional de Hitler y sobre éste, el conocido como Nido del Águila, una especie de casa-refugio en la cima de una montaña, que el partido nazi regaló a Hitler por su cincuenta cumpleaños. Pero no solo el dirigente se apropió de una casa en esta zona, sino que también muchos de sus lugartenientes como Bormann, Heinrich o Himmler, se hicieron con una casa aquí, casas pertenecientes al llamado Círculo del Berghof. Era un lugar que a Hitler le encantaba, además tenía a todos los suyos cerca, así que llegado el momento dejó se ser solamente una residencia vacacional y Obersalzberg se convirtió en la Segunda Residencia Oficial del Régimen Nazi; de ahí su importancia como uno de los grandes objetivos militares para los aliados durante la contienda. En la época esta zona estaba fuertemente custodiada militarmente y poseía un sistema de búnkers subterráneos que aun perduran y se pueden visitar hoy día. En la guerra, muchas de las decisiones que cambiarían para siempre la historia y el destino de muchas personas, se tomaron en esta casa, una casa de campo tradicional de la zona, rodeada de bellos paisajes y con unas vistas idílicas de Los Alpes.
Eva y Hitler en el Berghof |
Antes de empezar mi relato sobre la visita quiero agradecer la ayuda a dos web. En primer lugar a Dokodemodoorblog (blog del que estoy enamoradísima de sus artículos sobre las playas del Desembarco de Normandía) que se acordó un día de mi al leer este artículo tan interesante en el periódico. Al leer los comentarios de este artículo y bucear por internet, llegué hasta este otro blog, Viajes Bélicos, que aunque su nombre y su portada impresionan un poco, tiene unos itinerarios muy buenos sobre la SGM y su escritor me mandó información para localizar escenarios. ¡Gracias a ambos!
Amanecía una mañana gris de agosto en Alemania, concretamente en Memmingen (donde el día anterior habíamos aterrizado) y desde allí nos esperaban unas tres horas de viaje hasta llegar a nuestro destino, El Nido del Águila, en los alrededores de Berchtesgaden. Tendríamos que circunvalar Múnich, para tomar la Autobahn A8, una autovía con unos paisajes de ensueño, posteriormente abandonarla tras tomar el desvío de la misma a Berchtesgaden y entrar en otras pequeñas carreteras aun más espectaculares (de Múnich al Nido del Águila en coche supone una hora y media de camino). Nosotros íbamos encantados contemplando el paisaje y nuestros hijos súper entretenidos con los nuevos episodios de "Heidi" que su padre les había descargado el día anterior al viaje, durante todos esos días de ruta, buscar la casa de Heidi entre las montañas de Los Alpes fue el entretenimiento principal para que no se cansasen de ir sentados en el coche (yo cobertizo que veía, cobertizo que les decía "mirad esa, esa creo que es la casa de Heidi" y mi hijo de tres años me contestaba razonadamente "nooooo mamá, tiene que se blanca con tejado de madera, además Niebla no se ve por ningún lado, ni la parte de las cabras" ja ja ja).
Llegamos a Berchtesgaden, pensábamos que era un pueblo pequeñín, pero no lo es tanto, en invierno debe de ser una zona importante de esquí. Nosotros llevábamos anotada en el GPS la dirección del Centro de Documentación de Obersalzberg que está a las afueras del pueblo, ya que junto a él se encuentra el parking donde hay que dejar el coche para tomar los autobuses que suben hasta el Nido del Águila o Kehlsteinhaus; aunque no tiene pérdida, en el pueblo veréis varias indicaciones (indicadas como Kehlsteinhaus). En la foto de abajo veréis la parada de los autobuses que suben al Nido del Águila y la casa en la cima de la montaña.
Se llama Kehlsteinhaus (casa del Kehlstein) porque está encaramada a 1834 metros sobre el monte Kehlstein. El nombre de Eagle´s Nest (Nido del Águila) se lo dio un diplomático francés impresionado por su ubicación. Fue un proyecto de Marin Bormann como regalo al Führer en su cincuenta cumpleaños y usado como exhibición para visitas diplomáticas. Toda la construcción del mismo (carretera, ascensor bajo la montaña y casa) fue una gran obra de ingeniería que se completó en trece meses costando la vida de múltiples trabajadores y la obra fue escandalosamente cara. La visita a la casa debido a la gran altitud solo se puede realizar de mayo a octubre.
La ascensión a la montaña se hace por una carretera de 6.5 kilómetros literalmente excavada sobre la roca. Hoy día este ascenso no se puede hacer en coche. Junto al centro de Documentación, antes mencionado y del que después hablaremos, hay un parking para dejar el vehículo y así poder tomar el autobús que sale cada veinte minutos para realizar la subida. El ticket del bus nos costó en torno a 16 euros (menores de 4 años gratis), había leído que había mucha cola para subir a los buses, pero este no fue nuestro caso, tomamos el autobús sin hacer ninguna cola. La subida la describiría como sublime, los paisajes son espectaculares y aunque no puedo negar que da un poco de miedo, la empresa encargada de los autobuses se vanagloria de no haber tenido nunca un accidente en todos estos años, así que os animo a confiar y disfrutar del paisaje. El autobús te deja en una explanada donde se encuentra el túnel que te lleva al ascensor excavado en la roca. El día de nuestra visita estaba el cielo un poco encapotado, pero esto no restaba belleza al paisaje, es más, creo que envolvía al lugar en un halo de misterio interesante.
Antes de tomar el ascensor, al llegar a la explanada, hay que hacer una pequeña cola en una caseta para indicar a la hora que quieres bajar para tomar el bus de vuelta. Es todo un poco raro, aun no has subido, no sabes lo que te encontrarás arriba, pero tienes que decidir cuanto tiempo quieres pasar allí, no sé, las cosas cuadriculadas de la planificación alemana.... Nosotros como teníamos pensado almorzar en el restaurante decidimos permanecer arriba 2 horas y fueron suficientes.
Y llega el momento que tanto había esperado, subir en el ascensor dorado excavado en la roca que asciende a la casa. Como veis en este planito, tienes que atravesar un túnel de 124 metros para llegar a la sala donde se encuentra el ascensor, que cosas curiosas también asciende por 124 metros excavados en la roca de forma vertical.
La entrada al túnel es espectacular, la humedad de su interior y su oscuridad te transportan a 1938. Del ascensor no tengo ninguna foto, porque no están permitidas, además hay un ascensorista más serio y antipático que un soldado de la SS, que te impide hacerlas. Había visto ese ascensor en numerosos documentales, la sensación de encontrarme dentro no la puedo describir, era como estar en una película de la SGM. Curiosamente, aunque el dorado de su interior es lo que más deslumbra, una de las que cosas que más llamó mi atención de dentro fue el teléfono, original de la SGM.
Por fin llegamos arriba, a una casa ubicada a 1834 metros de altura, por lo que bien podría ser el nido de un águila. Como ya he explicado la casa era una especie de refugio en la montaña dedicado más a la exhibición, que tanto gustaba a la parafernalia nazi, que a vivienda. Hitler vivía en su casa abajo, subió en contadas ocasiones para visitas diplomáticas y poco más, debido a que parece que tenía miedo a las alturas y a las tormentas. Es paradójico que una persona tan influyente viviese con fobias. Aunque era propiedad del dictador, éste tenía poca relación sentimental con ella, por eso se cree que esta casa se libró de la demolición tras la guerra. El que sí hacía mucho uso de ella fue Bormann y como curiosidad decir, que allí se celebró el banquete de boda de la hermana de Eva Braun. Gretl Braun se casó con el General de la SS Hermann Fegelein, ayudante personal de Heinrich Himmler (jefe supremo de la SS y el mayor gestor del plan de genocidio de millones de perdonas), un matrimonio político pactado por Hitler que sirvió para poder presentar en sociedad a Eva Braun.
La estructura de la casa continua tal cual, en 1952 fue abierta al público y fue remodelada para que sirviese como restaurante. No queda, por tanto, mobiliario de la época, tan solo la impresionante chimenea de mármol rojo regalo de Mussolini.
Hoy día se puede almorzar en este salón de la foto, ya sin alfombras, pero contemplando por los ventanales el impresionante paisaje bajo ese mismo techo de madera de la época. Nosotros nos sentamos a comer allí frente a la chimenea, mi marido y yo conversábamos un poco impresionados, no por el antiguo dueño del lugar, sino por estar sentados en el mismo lugar donde lo hiciese Eisenhower, Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas (posterior presidente de los Estados Unidos) quien lo tomó en mayo de 1945. La sensación de esos soldados aliados (franceses y americanos parece que fueron los primeros en llegar al lugar) al subir, contemplar esas vistas desde un icono del antiguo régimen ya vencido, contra el que habían temido que perderían la vida, sin bombardeos y con la euforia de la victoria; tubo que ser algo difícil de olvidar para ellos.
El restaurante no es caro, más o menos los precios son iguales que cualquier restaurante alemán (10 ó 12 euros un plato generoso de carne y 3 ó 4 euros la cerveza), así que tampoco es ningún lujo comer allí y es una bonita experiencia por las vistas y por su significado histórico.
El edificio está diseñado para disfrutar de las vistas, con distintos pasillos con ventanales y pequeñas terrazas.
En uno de estos pasillos con vistas está la exposición donde mediante fotografías se explica la construcción del edificio, su historia durante el régimen nazi y la llegada de los aliados. Aquí tengo que pararme y poner un cero a la gerencia de turismo de la zona, ya que la mayoría de carteles están en alemán y no hay casi nada en inglés. Esto no ayuda al turismo en el lugar teniendo en cuenta que lo visitan personas de todo el mundo. He leído que es un lugar muy visitado por franceses y americanos por la relación con el ejército aliado; pero la verdad es que en el autobús cuando subimos vimos gente de muchísimas nacionalidades (indios, kuwatíes, japoneses...).
Tras el almuerzo subimos por un pequeño sendero hasta la parte más alta del lugar, desde allí hay unas vistas de la casa y del paisaje en 365º sencillamente espectaculares. Mis hijos subieron encantados trepando con sus botas de montaña como los protagonistas del cuento que les escribí sobre el lugar "Johnny y Mijaíl en El Nido del Águila". Siempre, antes de hacer un viaje, les escribo un cuento para que se familiaricen con el lugar a visitar.
Las dos horas habían pasado enseguida, así que tras jugar un poco por allí arriba, tomamos de nuevo el ascensor y el bus de vuelta que nos devolvería abajo. Hay personas que en vez de bajar por el ascensor de nuevo lo hacen por un sendero que lleva hasta la explanada donde se toma el autobús, tiene que ser muy bonito, pero la verdad, a parte de que con los niños tan pequeños no nos apetecía mucho bajar por zonas muy escarpadas, yo estaba deseando de subirme otra vez en el ascensor.
Al llegar abajo, al parking de nuevo, corrimos porque el Centro de Documentación de Obersalzberg (3 euros la entrada) lo cerraban a las 17 horas y faltaba muy poquito. En la foto podéis ver el edificio donde hay una amplia exposición de la zona durante el conflicto.
Pero lo que realmente me interesaba estaba unos metros más abajo del edificio anterior y eran los búnkers de la SGM que hay en la zona. Llegué justo a tiempo de ver al encargado cerrar las puertas, no pude entrar, ni hacerle foto, pero al menos los vi (en la foto siguiente veréis la entrada al búnker bajo la montaña con el respiradero). Me dio un poco igual porque tenía pensado ir después al Hotel Zum Türken (después os hablo de él), donde aun se conservan los búnkers también, pensé que si tomábamos un café allí podríamos entrar a verlos. Os adelanto que no pude ver esos tampoco, porque también cerraban a las 17 horas, no están siempre abiertos como yo pensaba, sino que hay una taquilla y hay que pagar para entrar siguiendo un horario.
Tras la visita a esta zona cogimos el coche y nos encaminamos a buscar el Berghof, la autentica residencia de Hitler. Ya he explicado en otras ocasiones que esta casa se destruyó tras la guerra, los nazis al abandonar el lugar la quemaron y después el gobierno alemán destruyó los cimientos, supongo que en el momento no se quería tener nada en pie tan relacionado con este personaje y hoy día tampoco se han esforzado por señalizar siquiera donde estaba el lugar, imagino que para evitar peregrinaciones de los nostálgicos del régimen. Lo que había leído es que el Berhof había estado muy cerca del Hotel Zum Türken, así que allá nos encaminamos. Desde el mismo Centro de Documentación de Obersalzberg salen senderos por el bosque hasta este hotel, pero como ya se hacía tarde preferimos coger el coche para dirigirnos al mismo (está a uno o dos kilómetros del Centro de Documentación). Quería visitar el hotel por dos motivos, el primero porque sabía que cerca había estado el Berhof y quería hacerme una idea del entorno; y como os he contado, además porque este hotel había pertenecido al complejo de edificios nazis de la zona y bajo el mismo estaba el sistema de búnkers que sabía que se podían visitar (aunque al final no lo pude hacer).
A parte de los bunkers, una curiosidad que mantiene el hotel de aquella época es la garita de la SS, la guardia de Hitler. En la siguiente foto de la época podréis ver el mismo lugar repleto de soldados de la SS. Esta zona era la Segunda Residencia Oficial del Régimen, vivía Hitler junto a muchos de sus lugartenientes, por tanto os podeís imaginar el destacamento de soldados que existiría para proteger la seguridad de todos.
Frente a el hotel empezó mi misión detectivesca para saber donde había estado el Berhof. El blog de "Viajes Bélicos" me había mandado un enlace, Hitlepages, con fotos de la época de enclaves de la zona en la Segunda Guerra Mundial. Una foto en concreto se me quedó grabada, es la siguiente, donde aparece Hitler frente a su casa recibiendo a un grupo de mujeres, si os fijáis el Hotel Zum Türken se ve al fondo en alto.
Así que me fui andando al único lugar donde se puede ver el hotel con esta perspectiva sobre la loma de hierva. Como observaréis, mi foto (la de abajo) y la de época parecen hechas desde el mismo lugar, así que imagino que aquí estuvo su casa.
Me metí por ese lugar (justo frente de donde aparece Hitler en la foto) por una especie de sendero. Mi marido me estaba esperando en la carretera dentro del coche con los niños. Iba andando sola por allí, no había restos de nada, solo un camino solitario y como único acompañante el canto de los pájaros en los árboles. Las vistas del valle eran preciosas, pero me puse a pensar en lo que había ocurrido en ese lugar en aquella época, sobre todo en las decisiones que allí se pudieron tomar y esto unido a la soledad del lugar me hizo tener miedo. Volví rápidamente al coche con mis niños e intenté quitarme de la cabeza la idea que todo el día me había rondado, que duro tiene que ser para una madre no saber como proteger a sus hijos durante una guerra, ya fuese en los años cuarenta u hoy día al ponerme en la piel de las madres Sirias.
Pero bueno, no os confundáis, aun con estos pensamientos tristes, nuestra visita del día había sido alucinante, yo estaba maravillada, mis hijos lo habían pasado genial, habíamos disfrutado de un paisaje de excepción, enmarcado todo en un contexto histórico irrepetible y sobre todo habíamos aprendido mucho. Como siempre pienso, la mejor lección a la que siempre intento dar importancia cuando visito algún escenario bélico es que "la histórica hay que conocerla para intentar que no se repita". El paisaje ayudaba mucho a que se diluyesen pensamientos, nos dirigíamos a nuestro alojamiento durante esos días, un granja en medio de Los Alpes austriacos que se encontraba a escasos veinte kilómetros del lugar, así que la melancolía fue desapareciendo sustituida por la emoción de la expectación ante lo que nos íbamos a encontrar. Austria, la República Österreich, estaba a unos pocos kilómetros y nosotros mirábamos contentos el paisaje buscando granjas para avisar a los niños de que mirasen por la ventana del coche cuando veíamos vacas, caballos... En nuestro índice de relatos de nuestra semana en "Alemania y Austria con niños" podréis leer el resto de nuestras aventuras esos días. El primer día fue intenso para nosotros, pero los demás no lo fueron menos, sigue leyendo...
Me ha encantado!!! ya sabes que nos encanta la historia y en especial esa época.
ResponderEliminarSi no la has visto, te recomiendo http://www.filmaffinity.com/es/film640188.html
va de la 101.ª División Aerotransportada que se supone que tomaron el nido del águila ;)
Gracias Verónica! Anotada!! Había escuchado hablar de ella, pero no la hemos visto, tiene muy buen pinta. Muchas gracias por tu comentario!!!
EliminarComo ya te habia comentado por otros canales, magnifico el post y las fotografias. Como se nota que te apasiona el tema! Ni que decir tiene que tengo muchisimas ganas de ir y que espero hacerlo algun dia, mas pronto que tarde. Asi que volvere a leer el post y seguro que te hago muchas preguntas. Uno de mis momentos favoritos de la maravillosa Band of Brothers es cuando llegan aqui.
ResponderEliminarMuchas gracias por la mencion, aunque sinceramente no se merecen. Tu post me ha servido ademas para conocer el blog de Viajes Belicos, que seguro que me va a gustar.
Un abrazo y esperando el proximo post sobre la SGM :)
Muchas gracias Enepi!!! Para los que nos apasiona el tema estos lugares nos transportan al pasado, aunque se trate de una historia que no debiera de repetirse más. Por desgracia este fin de semana nos sigue recordando que siguen sucediendo historias sangrientas y a lo mejor esto se solucionaría conociendo la historia un poco mejor. Muchas gracias por tu comentario y por pasarte por aquí. Un abrazo!
EliminarEstupenda entrada, enhorabuena de verdad. El sitio la verdad es que es bellísimo, lástima la historia que lo rodea, pero bueno, es lo que hay y no podemos olvidar lo que pasó ni a los personajillos que frecuentaron el Nido del Águila. Cuando vaya por allí comeré en el restaurante, no es caro y tiene unas vistas de infarto. Una pena que no vieras los búnkers. Me anoto todos los enlaces y webs que has mencionado para visitarlos. De nuevo, felicidades por la entrada. Bss.
ResponderEliminarPepa es un lugar muy recomendable, para el que le guste la historia y para el que no, los paisajes son preciosos y el lugar es una auténtica obra de ingeniería. Muchos besos!!
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