Vista de Gibraltar desde la playa Punta de la Chullera
Los alojamos en un apartamento del Hotel Pierre et Vacances Terrazas Costa del Sol, un complejo enfocado al turismo familiar, con amplios apartamentos a muy buen precio, con animación y muchas actividades para hacer con los peques. Se encuentra junto al límite entre Cádiz y Málaga, con unas vistas privilegiadas del Peñón de Gibraltar y, por tanto, una ubicación ideal para todo lo que teníamos planeado visitar.
Actividades para niños en el Hotel Pierre et Vacances |
-Playa:
Por supuesto es el primer plan en el que hay que pensar al plantearse la visita a la Costa del Sol. Nosotros no somos muy playeros, pero desde que tenemos hijos, reservamos algunos días de vacaciones para pasar en la playa con ellos. Nos encanta ver como los peques despliegan su imaginación y se pueden entretener horas y horas en la arena con un cubo y una pala. La Costa del Sol disfruta de una temperatura templada que permite jugar en la playa incluso en días soleados de invierno. La arena es amarilla y fina en casi todo el litoral, quedando pequeñas zonas aisladas de piedrecitas cercanas a las áreas rocosas de playa. Nosotros en este viaje a la parte oriental del Costa del Sol, decidimos conocer la playa de San Luis de Sabinillas, una pedanía de Manilva, que nos recomendaron por su tranquilidad para ir con los niños. Y la playa más cercana a nuestro hotel, la de Punta de la Chullera, donde disfrutamos mucho en las rocas buscando cangrejos, caracoles y erizos de mar.
-Gastronomía:
No te puedes ir de las costas andaluzas sin comer el "pescaito frito". En estos días hemos comido estupendamente, en la playa de San Luis de Sabinillas nos recomendaron el restaurante "Casa Dieguichi", mis hijos que son fans del pescado disfrutaron de lo lindo aquí; y en la sierra más adelante os cuento las ventas y bares típicos en los que hemos comido.
-Parque Natural de los Alcornocales:
Os confesamos que elegimos nuestro alojamiento debido a la cercanía a esta zona. Teníamos muchas ganas de conocer este parque y nuestro hotel se encontraba a escasos 20 minutos en coche del mismo. Es una de las áreas protegidas más importantes de Andalucía, ocupando parte de la provincia de Cádiz y de Málaga, llegando hasta el Estrecho de Gibraltar. Nos habían hablado de que era muy bonito, pero cuando nos vimos sumergidos entre las enormes masas de bosque mediterráneo, totalmente rodeados de alcornoques, nos quedamos absolutamente maravillados. La zona tiene mucha agua, arroyos, ríos y embalses; además de la humedad que le confiere la cercanía al mar, que hace que se formen muchos bosques de niebla en los valles estrechos.
Hay muchas poblaciones preciosas dentro del parque, aquí os dejamos el enlace a este magnífico blog de senderistas, "Trotonesblog", con un montón de rutas por la zona y que nos ha servido de mucha ayuda. Nosotros nos decidimos por conocer Castellar de la Frontera, que en realidad son dos poblaciones, ya que en los años setenta el antiguo emplazamiento del pueblo en la parte superior de la montaña, en el interior de un recinto amurallado medieval, el conocido como Castellar Viejo o El Castillo, quedó abandonado y casi todos los vecinos se trasladaron a Castellar Nuevo, un pueblo de nueva construcción a unos kilómetros del antiguo. Este cambio de población fue debido a la imposibilidad de crecimiento de la antigua villa por las dificultades orográficas del terreno y, por tanto, la dificultad en el progreso social.
Llegamos al pueblo nuevo, donde pedimos un mapa en el ayuntamiento. Es un pueblo curioso, típico pueblo de colonos de la zona de nueva construcción con casas pequeñas y de arquitectura ordenada. Por una estrecha carretera llegamos al pueblo antiguo en la cima de la montaña. Nos dirigimos hasta el final de la carretera, bueno no es el final, pero ves que si ya continúas por ella sales del pueblo, así que allí en un recodo aparcamos y justo al lado estaba la oficina de información turística (en la puerta de acceso al castillo). En la oficina no había nadie, así que subimos la pequeña rampa que da acceso a la puerta de entrada de la bonita fortaleza medieval.
El interior del pueblo está muy bien conservado, pequeñas calles encaladas, con casas adornadas con macetas típicas andaluzas que hoy solo habitan los turistas que las alquilan, ya que la mayoría son casas dedicadas al turismo rural.
El peque se nos quedó dormido en el carro, así que fuimos dando un paseo tranquilo por las pequeñas calles asomándonos a los distintos miradores. Como no pueden entrar coches al recinto, los niños pueden andar con libertad, así que nuestro hijo de cuatro años corría divertido encaminando la marcha e informándonos de todo lo nuevo que veía. Tras el paseo, a la salida del pueblo, frente al cementerio, vimos el cartel que indicaba el camino para llegar a las tumbas antropomórficas que hay en la zona, seguimos la indicación, pero no logramos encontrar la continuación del mismo (os dejo el artículo de Trotones donde se detalla esto).
Al subir por la carretera, casi llegando al castillo como veis en la siguiente foto, vimos una venta, Venta Carmen y allí decidimos parar a comer. Una típica venta de carretera, donde no hay carta, la camarera te dice lo que puedes pedir, sobre todo carnes, son platos generosos que están bien de precio.
Al terminar la comida, allí preguntamos y nos indicaron que justo en frente del local encontraríamos un caminito que llegaba a la calzada romana que queríamos recorrer. La calzada romana forma parte de un sendero de gran recorrido GR-7 que va desde Tarifa al Peloponeso.
Había leído información sobre el sendero, sabía que subía toda la montaña hasta el castillo, por eso me daba un poco de miedo que fuese escarpado y poco seguro para los niños. Pero no, era un sendero sin precipicios, en muchos lados excavado en la roca, estaba muy conservado, con las típicas piedras de las calzadas romanas que nos encantó recorrer, al igual que lo hicieran hace siglos los soldados de las legiones romanas. Mientras andábamos empecé a hablarles a mis hijos, ya sabéis mi afición a inventar cuentos viajeros, sobre los romanos, sobre su dominación del mundo en enormes barcos, sobre luchas de gladiadores con leones inmensos... Mi hijo pequeño repetía como un loro todo lo que yo decía y el mayor no me dejaba parar, a cada rato me pedía que continuase con la historia.
Por el camino fuimos observando bichitos, mariquitas, mariposas, que a niños de ciudad como los míos, les encantan; y a las plantas típicas del bosque mediterráneo. Como veis en la foto el tojo amarillo, la lavanda morada y la enorme flor blanca es la jara, cuyo olor a mi me encanta porque me traslada a mi infancia. Bajamos un rato el sendero, en total son unos veinte minutos de bajada, nosotros sólo hicimos una parte porque después teníamos que volver a subir para llegar de nuevo al coche. Nos encantó toda la jornada en el Parque de Los Alcornocales.
-Parques de Animales:
Uno de los días de nuestra estancia decidimos ir con los peques a uno de los parques con animales que hay en la Costa del Sol, en este caso fuimos a Selwo Aventura en Estepona, porque no lo conocíamos y era el más cercano a nuestro alojamiento. A los peques siempre les encanta la convivencia con los animales. Os dejo esta entrada de nuestro blog amigo "Paco y Vero Travel", donde podéis consultar información sobre todas las opciones de parques con animales que podéis encontrar en la Costa del Sol, a nosotros nos ayudó a decidirnos. Antes de visitar estos lugares, nos debemos informar de que en ellos se trate bien a los animales y el componente educativo y de conservación debe de estar implícito; a los niños les encantan los animales, pero no hay que ir a visitarlos a cualquier precio.
-Serranía de Ronda y Sierra de Cádiz:
Nosotros decidimos conocer parte de estos lugares en un día. Nos levantamos tempranito porque teníamos, desde nuestro hotel, hora y media de coche hasta Ronda. Nosotros nos alojamos hacia el oeste de la Costa del Sol, desde otros puntos de la costa malagueña, esta preciosa localidad serrana está mucho más cerca. Nada más abandonar la costa a la altura de la localidad de San Pedro de Alcántara, empiezas a circular por una carretera de montaña que no está mal, pero no deja de ser una vía montañosa con sus correspondientes curvas. Por su riqueza y diversidad, gran parte del paisaje se encuentra protegido, así que casi hasta llegar al pueblo de Ronda no encuentras zonas urbanizadas, una delicia para quien aprecie la naturaleza. Desayunamos en la Venta La Higuera, justo antes de entrar en el pueblo, un desayuno andaluz a precio normal, ya que temíamos desayunar en Ronda a precio de turista. Un chico muy amable nos recomendó dos aparcamientos, el parking de la Plaza del Socorro (1,65 euros la hora) y el de la estación de autobuses que nos dijo que era más económico y también cercano al pueblo. Aparcamos en el primero por no seguir buscando más, se encuentra justo al lado de la conocidísima Plaza de Toros de Ronda. Esta plaza es de 1785 y es una de las plazas más antiguas y bonitas de nuestro país, cuna de la tauromaquia moderna.
Solo queríamos dar un paseo por Ronda, porque es un lugar que ya conocíamos, es un pueblo monumental precioso, que no debéis dejar de visitar si veraneáis en la cercana Costa del Sol. Casas señoriales en calles con solera, se entremezclan con bonitos paseos por calles con casas encaramadas en la roca y vistas impresionantes de toda la serranía.
Uno de sus monumentos internacionalmente conocido es el Puente Nuevo, construido a mediados del s XVIII, que une la parte antigua con la nueva de la ciudad, salvando una garganta de más de 100 metros, el conocidísimo Tajo de Ronda.
Tras la visita a la ciudad, volvimos a la Plaza del Socorro a recoger el coche y allí compramos, frente a la iglesia, en una pastelería antigua, Confitería Las Campanas, las conocidas Yemas del Tajo para llevar como regalo a la familia.
Pero como ya os he comentado, ya habíamos visitado Ronda con anterioridad, así que nuestro interés estaba marcado en esa jornada por conocer otra localidad que se encuentra a escasos veinte minutos de Ronda. Se trata de Setenil de las Bodegas, un pequeño pueblo de la colindante Sierra de Cádiz, que había visto mil veces en documentales de televisión y cuya peculiaridad es que posee casas excavadas literalmente bajo la roca.
Llegamos justo a la hora de comer, así que, siguiendo las recomendaciones de una amiga de la zona, nos dirigimos directamente al Bar Frasquito. Un pequeño local en la calle Cuevas del Sol, una de las más típicas del pueblo, que se encuentra bajo las rocas. Allí pedimos su especialidad "las macitas", una especie de hamburguesas de chorizo, salchichón o morcilla. Mis hijos se comieron unos flamenquines caseros riquísimos. Como anécdota contaros que el WC del bar está justo debajo de la roca y a mis hijos les hizo ilusión hacer pipí dentro de una cueva, cosas de críos... Ya con el estómago lleno, nos fuimos a dar un paseo a descubrir rincones de este peculiar pueblo.
Cruzamos varios puentecitos haciendo fotos por los distintos rincones.
Nos gustó mucho contemplar como el hombre con el paso de los años ha ido la salvando la difícil orografía del terreno y también contemplar la decoración de las blancas fachadas.
-Excursiones a Marruecos:
El Estrecho, el puente hacia África, se encuentra a unos kilómetros de la Costa del Sol, así que un tour a la zona de uno o dos días se puede realizar cómodamente desde allí. Esta opción no la hemos disfrutado en este viaje porque ya lo habíamos hecho con anterioridad cuando nuestro bebé tenía año y medio. Desde todos los hoteles de la zona, os facilitarán sin problemas las distintas opciones de excursiones a Marruecos. Nosotros contratamos desde el hotel el tour, elegimos el tour de un día a Tánger. Había otras opciones de varios días en Marruecos o un solo día visitando Tánger y Tetuán (pero nosotros esta última opción la vimos muy ajetreada para ir con bebé y elegimos la opción de visita a una sola ciudad). Desde el Puerto de Algeciras nos llevaron en bus a Tarifa para cruzar el estrecho en ferry y al bajar nos esperaba un guía que nos enseñó la ciudad de Tánger y los alrededores durante un precioso día de primavera. En esta entrada de mi blog os dejo la experiencia "Tánger en un día con bebé", pero os adelanto que nos encantó.
En pocos kilómetros te encuentras en un mundo totalmente distinto y si te da reparo hacer con niños un viaje a un país exótico durante mucho tiempo, la opción de hacerlo durante 24 horas es muy recomendable.
Comimos genial en Marruecos, el peque subió en camello y durante unas horas paseamos por unos rincones preciosos muy diferentes a los de nuestro entorno. Lo único a tener en cuenta, es que hay que tener en vigor el pasaporte de los adultos y de los peques para entrar en el país vecino.
-Campo de Gibraltar:
La Costa del Sol, sobre todo la parte oriental, se encuentra muy próxima al Campo de Gibraltar. Por lo que merece la pena al menos un día acercarse al Peñón de Gibraltar. Pedazo de terreno inglés en nuestra península, con ese toque British tan característico por su mezcla con lo andaluz, el acento inglés de los lugareños siempre me ha parecido muy simpático. Nosotros hemos visitado la zona varias veces con los niños, debes entrar documentado y ya no es necesario entrar con el coche, han hecho un parking grande antes de entrar donde puedes dejar el vehículo, cruzar la famosa "Verja de Gibraltar", tan controvertida años atrás por sus cierres y allí tomar un bus que te acerca al centro. Este bus cruza el aeropuerto, único del mundo cuya pista de aterrizaje la atraviesa una carretera y te lleva al centro.
Allí podes tomar en la plaza principal, Grand Casemates Square, un típico almuerzo inglés (aunque esto ya no es nada especial, en cualquier punto de la Costa del Sol podéis tomar algo así por la gran cantidad de turismo de esta nacionalidad en la zona y el enfoque de los servicios hacia ellos). Después puedes dar un paseo por las calles de Main Street repletas de tiendas.
Uno de los lugares típicos para hacer la compra de productos ingleses, perfumes, etc., es el Morrisons, un hipermercado británico donde desde siempre los habitantes de todo el Campo de Gibraltar han cruzado para hacer la compra de determinados productos.
Una de las atracciones de "la roca", es subir al cable car para contemplar las vistas y alternar con los monos que hay en la cima en libertad. Nosotros subimos en una visita antes de tener a los peques, pero con ellos tan pequeños aun no nos hemos atrevido a subir. Los monos son algo descarados, se acercan y te intentan coger tus pertenencias si llevas algo medianamente parecido a comida. Esto ya es una opinión personal, tuve una mala experiencia en India con un mono de los que estaba suelto por las calles, casi me muerde y desde entonces los monos en libertad no llaman mi atención.
El Algeciras hay un Primark, nosotros cuando hemos ido a la zona hemos aprovechado para hacer alguna compra allí y también compras de cosas típicas inglesas o marroquíes que también se encuentran fácilmente en todo el Campo de Gibraltar.
Espero que os haya gustado mi artículo y que os sea de utilidad para conocer esta preciosa zona en el sur del sur. Andalucía tiene lugares preciosos y nunca dejará de sorprendernos.
¡Vaya escapada! Una señora escapada bien aprovechada. Me ha encantado Setenil, no lo conozco y mira que he pasado cerca muchas veces. Gracias por acercarnos a estos sitios.
ResponderEliminarTeníamos muchas ganas de visitar Setenil y nos hemos quedado realmente sorprendidos! Lo recomendamos. Muchas gracias por pasarte por aquí! Un abrazo!
ResponderEliminarTEngo ganas de ir hacia esa zona... pero desde Madrid pilla algo lejos para una escapada y en las vacaciones siempre terminamos yéndonos mucho más lejos... qué desastre! Esto no puede ser!
ResponderEliminarVente para el sur Mari Carmen! Ahora con el AVE a Málaga es mucho más fácil. Es normal, a nosotros también nos pasa que cuando tenemos más días de vacaciones intentemos irnos a sitios más lejanos. Un abrazo! Gracias por tu comentario!
ResponderEliminarUna escapada superaprovechada! Me alegra que os gustase el Frasquito de Setenil. Un abrazo.
ResponderEliminarUna escapada superaprovechada! Me alegra que os gustase el Frasquito de Setenil. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Caliope por todas tus recomendaciones!
ResponderEliminarA muchos pequeños seguro que también le interesa la práctica de algún deporte acuático a su nivel, como puede ser el Sup o jugar con sus pequeñas tablas de madera para surfear las orillas. Igualmente, asegúrate de que tengan su waterwear adecuado.
ResponderEliminarContar con sandalias ideales para la playa hace que toda la familia disfrute del sol y la arena con comodidad. Busca modelos resistentes al agua y cómodos, perfectos para aventuras playeras sin preocupaciones. ¡Diversión garantizada!
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