"Erase una vez un niño que se llamaba Inari. Era un niño de la tribu sami de Laponia en Finlandia. Los samis, son un grupo de personas que viven por encima del Círculo Polar Ártico, una línea pintada en el planeta que nos hace saber cuales son los lugares más al norte de la Tierra. En esos lugares hace mucho frío porque allí llegan menos rayos de sol.
Foto de la web http://slideplayer.es/slide/5552869/
Los samis viven en tierras muy frías, por ello visten con ropas muy calentitas y les gustan mucho los colores llamativos y los zapatos de pieles con un pico delante como los de los duendecillos (dentro de un momentito os contaré que los duendes viven muy cerquita de ellos).
Fotografía de la web de National Geographic
Viven de la pesca de peces en los lagos de Finlandia (¡les encanta cocinar el pescado en las hogueras!) y tienen granjas de renos, a los que cuidan muy bien. Estos les dan leche y cuando hay nieve en invierno, los renos son los que llevan los trineos para que los samis se puedan mover por las carreteras llenas de nieve. Sus casas son tiendas hechas de pieles de animales y telas como los tipis indios.
Fotografía de wikipedia
En Laponia vive también el bonachón de Papá Noel, en Rovaniemi, un pueblo de duendes, que trabajan sin descanso durante todo el año, vigilando que los niños del mundo se porten bien. Reciben las cartas de los niños en la Oficina de Correos de Papá Noel y si han sido buenos, en la noche mágica de Noche Buena, el día que nació el niño Jesús, Papá Noel les leja un regalo en su casa.
Fotografía de la web Santapark
Inari, el niño sami, era muy amigo de Papá Noel y soñaba con algún día poder llegar a ser duende y ayudar a Santa Claus en su trabajo. Pero no era un duende, era un niño, no tenía orejas puntiagudas, ni conocía el secreto de cómo vigilar a los niños para ver si habían sido buenos (cosa que solo saben los duendes). Pero Inari no se daba por vencido y seguía soñando con algún día poder ser duende. Le encantaba ir a la granja de Papá Noel y ayudarlo con los renos. Conocía todos los secretos de los animales y sabía lo que le gustaba a cada uno.
Pirin (video Santa Claus Village)
Por un lado estaba Pirin (remolino de nieve), el más rápido del grupo en el trineo de Papá Noel.
Alkeus ( foto del vídeo de Santa Claus Village)
Por otro lado estaba Alkeus, resplandor, el más cabezota de todos.
Twisco (vídeo Santa Claus Village)
Otro era Twisco, remolino de viento, el más goloso de todos. Es el único reno al que le gustan las galletas y cuando el día de Noche Buena, los niños dejan alguna galleta en sus casas para Papá Noel, éste siempre le tiene que dar un trocito a Twisco, que se la pide con la lengua fuera.Inari conocía muy bien a todos los renos, sabía que les cambian el color de los ojos para adaptarse a las pocas horas de luz que hay en Laponia en invierno (los ojos en invierno pasan de castaños a azulados). En el Círculo Polar Ártico en invierno los días son muy cortos porque la Tierra en invierno está menos inclinada y llegan pocos rayos de sol a esta zona que está en la parte de arriba de nuestro planeta, así que casi todo el rato en invierno es de noche en Laponia. Sin embargo en verano, la Tierra está más inclinada hacia el sol y casi todo el rato es de día, el sol se va a dormir muy poco tiempo. Sabía también Inari cual era la comida favorita de los renos, las setas y el liquen, una especia de hierva que crece en el suelo por la humedad y en los troncos de los árboles. Los renos escarban en la nieve en invierno para encontrarlo y les encanta.
Papá Noel dando de comer liquen a los renos (Videos web santa Claus village)
Inari iba todos los días a la casa de Papá Noel a cuidar a los renos y observaba con mucha atención desde lejos, el trabajo de los duendes, con pena porque él nunca podría hacer ese trabajo. Pero un día su suerte cambió....
El reno Alkeus se puso enfermo, Inari no se despegó de él ni un segundo, le daba la medicina, lo tapaba con una manta para que no tuviese frío, lo acariciaba y le cantaba canciones para que el reno estuviese tranquilo. Así pasó un montón de días y de noches sin moverse de su lado, hasta que un día, gracias a los buenos cuidados de Inari, Alkeus amaneció curado y listo para engancharse en el trineo de renos de Papá Noel justo antes del día de Navidad.
Papá Noel quedó tan agradecido con Inari por haberle cuidado tan bien a su reno que sacó de su bolsillo una bolsa con polvos mágicos, sacó un puñadito de polvos y los sopló sobre la cabeza de Inari. Entonces sonó una musiquita "quin chin chin" y el niño empezó a transformarse, primero fue la nariz, que empezó a ponerse puntiaguda, después las mejillas, donde salieron unas pecas enormes y por último las orejas, que empezaron a ponérsele a Inari muy puntiagudas. Y así fue como el niño sami cumplió su sueño y se convirtió en duendecillo de Papá Noel. Santa Claus al verlo tan guapo de duende, sonrió y se inclinó sobre su oído contándole el secreto de escucha que tienen los duendes para espiar a los niños y comprobar si se porta bien. Shuuuuuu pero eso no lo podemos saber nosotros, eso sólo lo sabe Inari y el resto de duendes.... Inari con sus buenas acciones vio cumplido su sueño y colorín colorado..."
Aquí tenéis una web con más fichas para colorear sobre el tema.
Como siempre mi cuento es para niños muy pequeñines, 2 y 5 años, así que el vocabulario está adaptado para su mejor comprensión. A los más pequeñines les costará mantener la atención, a mi peque de dos años lo único que le gusta del cuento es ver a los renos y saber qué comen. Sin embargo a mi hijo de cinco años le fascinan los datos técnicos (lo de sol de media noche...) y me hace miles de preguntas. Solo le han puesto un pero al cuento, que no hay ningún malo, me dicen "mamá esta vez no has puesto ningún malo, nos gusta que siempre haya un malo para que pierda" je je como son los niños....
Me encanta vuestro viaje y me parece genial la idea de hacerlo en verano pq asi se disfrutan mas horas de luz!a ver cuando nos animamos a hacerlo...un abrazo
ResponderEliminarGracias Helena! Estamos muy ilusionados, estamos descubriendo parques nacionales con senderos precisos en bosques, creemos que a los peques les v a encantar. Muchas gracias .Un abrazo
ResponderEliminarGracias Helena! Estamos muy ilusionados, estamos descubriendo parques nacionales con senderos precisos en bosques, creemos que a los peques les v a encantar. Muchas gracias .Un abrazo
ResponderEliminar¡Qué planazo! Nos encanta la manera de descubrir, experimentar y visitar nuevos y diferentes lugares con los más peques de la casa. Es una bonita manera de pasar tiempo de calidad con ellos, al igual que jugando con sus diferentes juguetes.
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